Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, el 2,7% de las enfermedades son provocadas por el aire del interior de los hogares.
La higiene en el hogar es un hábito fundamental que nos ayuda a evitar enfermedades y otras afecciones como la hepatitis, la neumonía o la gripe.
Aunque en muchas ocasiones no seamos conscientes de ello, los gérmenes pueden desarrollarse en multitud de escenarios, y especialmente susceptibles son aquellos que incorporan importantes proporciones de agua y aire. Entre elementos de la casa especialmente peligrosos en cuestiones de proliferación de gérmenes y bacterias, encontramos los textiles como las alfombras y las cortinas y aquellos con los que mantenemos contacto de manera asidua como pomos de puertas o tiradores.
Pero no solo son estos elementos en los que tenemos que fijar la limpieza diaria: con la llegada de la primavera, las alergias pasan a ser una máxima entre gran parte de la población, por lo que debemos extremar las precauciones. Y es que el polvo y el polen, resultan unos agentes especialmente peligrosos que pueden desencadenar importantes afecciones alérgicas.
El polen es un elemento de la naturaleza que procede de las células masculinas que las flores de las plantas generan. Con el florecimiento de los árboles y vegetales en la primavera, entra el estado de “cuarentena” para todos aquellos hogares en los que habitan personas alérgicas al polen, alergias que suelen ir traducidas en problemas respiratorios. Un consejo básico es mantener el hogar impecable, evitando ventilar las habitaciones para impedir la entrada de estas sustancias.
El polvo es una sustancia que surge de la combinación de distintos elemento como pelo, tierra, papel, restos de cadáveres de insectos o ácaros, entre otros. Estos elementos infecciosos son los responsables de algunas patologías como la rinitis alérgica o el asma. En primavera y en hogares con personas alérgicas al polvo deberemos tener especial cuidado en los espacios húmedos, que son los lugares dónde más fácilmente pueden proliferar estos ácaros. De esta forma, la bañera, el retrete, los fregaderos y otros aspectos mojados como toallas, cortinas o tapicerías deben ser elementos clave en nuestra limpieza diaria.
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