IDEAS PARA REUTILIZAR LOS POSOS DEL CAFÉ
Antes de tirar posos de café a la basura, se pueden buscar otros usos. Reciclar café es un pequeño gesto ecológico, pero, sobre todo, puede ser muy práctico y solucionar problemas en casa o en el jardín de una forma natural.
El café funciona como abono, bien directamente a la tierra, bien como parte del compost, añadiéndolo al resto de basura orgánica. Tiene nutrientes naturales como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre. Por otra parte, añade acidez al suelo, algo que puede venir bien a ciertas plantas como las azaleas, las camelias o los rosales. Sirve de alimento para las lombrices (que, a su vez, benefician a la tierra) y para cultivar hongos. Pero tiene muchas otras utilidades.
Repelente de insectos
El café sirve para ahuyentar a plagas como hormigas y caracoles. A los gatos tampoco les gusta el olor a café. En algunos casos, funciona como repelente de pulgas, añadiendo café al agua donde se vaya a bañar al perro.
Ambientador
Una vez seco, el café se puede usar como desodorante en armarios y en el frigorífico, ya que absorbe olores. Incluso existen secadores de posos. Además quita el mal olor de las manos, olores que quedan algunas veces al manipular ajos, etc.
Limpieza y desatascador
Es abrasivo contra la grasa y limpia los desagües. Sin embargo, para grandes atascos de cañerías no sirve.
Tratamiento de muebles
Se pueden reparar los arañazos en los muebles si son de madera oscura o como repelente de polvo.
Higiene y belleza
Con los restos de café se pueden elaborar jabones que, sobre todo, eliminan los olores persistentes.
Sirve como exfoliante natural para la cara y el cuerpo.
También podemos usar los posos del café añadiéndolos al acondicionador sobre cabellos oscuros.
Para activar la circulación sanguínea y evitar la aparición de celulitis. Esto sucede gracias a la cafeína que activa la circulación.
Cocina
En este caso, nos referimos a los restos, a los posos, no al café líquido que se echa, por ejemplo, en el tiramisú. Con los posos se puede dar un toque de aroma a ciertos platos, sobre todo, a bizcochos, galletas y otros postres.
Tinte y pintura
Para pintar manualidades caseras, teñir la ropa o pintar sobre papel. Si se echa sobre la piel, se consigue un efecto parecido al de la henna, logrando tatuajes temporales.