LIMPIEZA DE RADIADORES Y APARATOS AIRE ACONDICIONADO
Con el frio, no solamente tenemos que tener nuestra casa bien aislada para no tener pérdidas de calor y energía, sino que también deberíamos limpiar nuestros radiadores para que funcionen perfectamente.
Para hacer la limpieza es mejor realizarla siempre con los radiadores en frio, ya que si pulverizamos algún producto líquido se puede evaporar rápidamente y dejar alguna mancha al hacerlo.
Lo primero que tenemos que cuidar, como a la hora de cualquier limpieza, son las zonas del entorno; paredes, suelos, embellecedores, etc. Para ello forraremos o taparemos, bien con plásticos o papeles todo lo que se pueda estropear.
Segundo, eliminaremos toda la suciedad que puedan tener las superficies, bien con una aspiradora (es lo más aconsejable, ya que así evitaremos que el polvo se mueva de un sitio a otro), o con un plumero atrapapolvo. Con la ayuda de un cepillo eliminaremos la suciedad escondida entre cualquier ranura.
En tercer lugar enjabonaremos y retiraremos la espuma con una bayeta húmeda. Tenemos que tener cuidado en secarlos después si nuestro radiador, por algún accidente, haya perdido parte de la pintura para que estas zonas no se oxiden.
Tener los radiadores limpios nos evitará problemas de malos olores.
Una vez limpios, podemos colocar encima envases con agua y esencias para que al evaporar el agua, además de humedad al ambiente, nos deje un olor agradable en nuestra casa.
Por último, para limpiar los aparatos de aire acondicionado, lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos que no están conectados a la corriente. Al ser eléctricos corremos el riesgo de producir un corto circuito. Es importante mantener los filtros y rejillas (por donde absorben el aire) bien limpios. Lo mejor es aspirarlos y pulverizar agua con algún producto desengrasante. Utilizar agua fría para no deformar los aparatos. Lo mejor cuando no los utilicemos es protegerlos.
